sábado, 20 de febrero de 2010

Inclasificables 2


A pedido del público, presentamos la segunda parte de los avisos inclasificables. Esta vez se trata de avisos publicados en el diario La Industria de Trujillo en 1960. Ya se comienza a ver aquí cierta apertura mental, especialmente en los sitios de diversión y en el cine.
Que lo disfruten.

martes, 16 de febrero de 2010

¡De la selva, su carnaval!

Hace unos días estuve presente en el Carnaval de Rioja (San Martín), donde la fiesta se vive hasta las últimas consecuencias. Aquí la crónica y las imágenes de un pueblo que sí sabe lo que es diversión.

 

lunes, 15 de febrero de 2010

Entrevista exclusiva al monumento de La Libertad


Nuestro amigo José Zegarra nos envía una entrevista exclusiva con la remozada estatua que identifica a la Plaza de Armas de Trujillo. Durante el diálogo, la vieja mole analiza la situación del Trujillo actual. A escucharla.


viernes, 5 de febrero de 2010

Avisos Inclasificables

Hurgando en las páginas de La Industria, descubrí deliciosos avisos publicitarios, cada cual más bizarro que el otro. Hay de todo como en botica, pero no quiero adelantarles el final de la película para que ustedes hagan su propio descubrimiento. Sólo les diré que he seleccionado dos etapas de nuestra historia: la primera de 1901 (sí a comienzos del siglo XX), y la siguiente, de 1960.
Están servidos.
PRIMERA PARTE  1901

jueves, 4 de febrero de 2010

La guardiana de los libros


La primera vez que Inés Guerra de Guijón saboreó su primer gran libro fue a los 10 años, cuando, picada por la curiosidad de saber qué había dentro del baúl de su casa, abrió la Caja de Pandora y encontró un texto con historias fascinantes. Iba todas las noches, cargando su velita, porque le habían prohibido hurgar dentro de ese viejo mueble de madera que a ella le parecía misterioso.


Curiosamente, el libro con el que se había solazado tantas noches se llamaba Las mil y una noches. “Después de eso no pude separarme de la lectura para nada”, confiesa doña Inés, quien a sus 90 años sigue al frente de la Librería Peruana, un verdadero ícono de Trujillo.