domingo, 21 de agosto de 2011

“Mi máximo sueño es corregir un libro de Mario Vargas Llosa"


Nilo de Cárdenas Chang. Periodista. Corrector de libros. Exestudiante de Psicología de San Marcos. De pocas palabras. Mr Hyde lo interpeló.


–¿Cómo se inicia en el mundo del periodismo?
–Me inicio cerca del año 70, a través de un familiar que editaba la revista china que todavía circula en todo el territorio donde hay descendencia china.

–Sigue circulando la revista…
–Sí, efectivamente, es mensual. Allí comencé a apoyar a un primo, porque ya no podía, tenía que seguir sus estudios, entonces me llamó y yo lo apoyaba en mis ratos libres: escribía, reporteaba, iba a conferencias de prensa…

–Y ese mundo del periodismo lo cautivó…
–Sí, poco a poco, pero a la vez estudiaba en la Universidad de San Marcos; al comienzo Educación, después Sicología, y aparte de eso seguí un curso de Criminología…

–¡Criminología también!
–Se estaba dictando en la Facultad de Derecho, por el doctor Mimbela de los Santos, y me inscribí.

martes, 2 de agosto de 2011

“Como voleiboista siempre logré lo que quise"


La entrenadora peruana de las ‘matadorcitas’ tenía fama de malgeniada y derramar lisura. Felizmente, la exsubcampeona olímpica contestó relajada el fuego cruzado.

 –¿Natalia, desde niña has tenido esa personalidad fuerte?
–(Risas) No sé, capaz soy así, pero eso se ha ido acentuando con el tiempo. Desde que empecé a hacer deporte siempre me gustó ganar, pelear por lo mío.

–¿Y recuerdas algún conflicto con tus compañeritos de jardín?
–No, no, allí no; cuando ya empecé a jugar seguramente habré tenido roces con mis compañeras.

–¿Y cómo así entras al mundo del vóley?, ¿algún familiar te influenció?
–Mi hermana jugaba en el Club Regatas y con el Regatas viajó, y dije: “ah, yo quiero jugar vóley para viajar”. (Risas)

–Esa fue la intención…
–Esa fue la intención y allí me quedé pegada.

“No hay nada más sincero que un actor frente a su público”



Carlos Cieza Urrelo es un actor que con el tiempo se convirtió en un conocido notario de Trujillo. En esta entrevista, revela facetas poco conocidas de su vida.

–Usted fue de los actores más conocidos durante la década de los 80, con el grupo Teseo y Minotauro, ¿qué recuerdos de aquella época?
–Esa fue una época muy linda de mi vida. En realidad Teseo y Minotauro se formó a raíz de que nosotros queríamos actuar más allá de lo que nos permitía la Escuela de Arte Dramático; queríamos expresar nuestro amor al teatro a través de obras.

–Aún eran estudiantes…
–Aún éramos estudiantes, yo me retiré de la Escuela para formar Teseo y Minotauro porque era una cosa o era la otra; la Escuela perseguía un academicismo y yo quería ir a la praxis.

–¿Y se sintió mejor en ese campo?
–Lo que recibí en la Escuela era la base de lo que yo hacía, algún tiempo estuve de ‘mirón’ en el TUC, en Lima, fui a postular y no ingresé –claro, qué iba a ingresar si paraba todo el día en el teatro y no preparándome– (risas). Es ahí donde conozco a Ricardo Blume, que incluso inauguró el primer festival de teatro en Trujillo. Empezamos a hacer montajes, te cuento que el elenco lo integraban actores libres como el que habla, me irrogué la dirección, la producción y todo lo demás, porque nadie nos ayudaba, pero también había gente de la Escuela que se graduó a la luz de las experiencias en Teseo, como es el caso de Mary Pichón, actriz profesional. Eso demuestra que la práctica es la que determina a la teoría.

–¿Qué enseñanza le dejó su paso por el teatro?
–El teatro –quien lo haga, quien lo vea– nos deja, primero, valores. Porque no hay nada más sincero que un actor frente a su público, no hay trucos, no hay engaños; es él o no  lo es. Segundo, te ayuda mucho a la comunicación con las personas, a expresar tus ideas, con eso te va muy bien en muchas profesiones. Yo recuerdo que mis primeros informes orales, me decían mis colegas: “¡Caramba, qué dominio del tema, has impresionado a los vocales”, lo que me parecía un poco hipócrita, ¿sabes por qué?, lo que pasa es que tanto estar en el teatro hablar en público me parecía lo más normal del mundo.
 

lunes, 1 de agosto de 2011

Noticias del fin del mundo


No hay derecho. Cada cierto tiempo juegan con los sentimientos de los creyentes sinceros y anuncian el Día del Juicio Final, pero este no llega. El último en hacerlo fue un evangelista estadounidense que gastó buena parte de los activos de la grey en anunciar tan simbólica fecha.

“El Día del Juicio Final es el 21 de mayo de 2011. La Biblia lo garantiza”. Family Radio, un grupo cristiano evangélico estadounidense, no se andaba con medias tintas a la hora de pronosticar el Apocalipsis, el fin de los tiempos, el Argamedón Universal. Tal era su certeza que no dudaron en gastar cientos de miles de dólares en una campaña internacional que incluyó varias vallas publicitarias en las principales ciudades de Estados Unidos y Canadá, además de un intenso bombardeo a través de su web oficial.
Después de todo, era última oportunidad para arrepentirte de tus pecados, porque de lo contrario, sucio pecador, irías a parar al infierno tan temido. Para Harold Camping, el presidente de este grupo religioso, sólo quedaba un camino de esperanza para sortear este momento de tribulación: sólo los “verdaderos creyentes” se salvarían.
Ya sabemos que el 21 de mayo de 2011 no sucedió nada, aparte de los acostumbrados bombardeos en Libia, la hambruna en el África subsahariana, las matanzas de los narcos en la frontera mexicana, el caos civil en Haití y nuestra peruanísima polarización electoral.
No es la primera vez que un alucinado profeta carga sobre sus hombros con la penosa responsabilidad de anunciar la destrucción inminente del planeta Tierra. En el año 1.000 de esta era la gente huía a las montañas ante el rumor de que Cristo volvería “mil años después de la crucifixión”. Teniendo en cuenta el grado de ignorancia y superstición en que estaban sumidas las personas de la Edad Media, no es difícil imaginar el pánico y la histeria colectiva que esta noticia provocó entre la gente. No ocurrió nada.