domingo, 6 de marzo de 2011

"Ser millonario signfica vivir bien"


Se considera ciudadano del mundo. El doctor Daniel Jugo, ginecólogo de EsSalud, es uno de los pocos médicos que pierde el estrés cuando atiende a sus pacientes. Él se auscultó con Mr. Hyde.


–Tiene un apellido curioso, ¿sabe de dónde viene?
–(Risas) Es un apellido de origen vasco.

–¿Vasco?
–Sí, sí, significa “Campo de Helechos”, incluso he averiguado que Miguel de Unamuno y Jugo fue de los que tuvo este apellido.
–¿Y no lo fastidiaban en el colegio?

–(Risas) Bueno, sí, usted sabe cómo son los chicos en  el colegio, por allí una broma que otra, pero todo dentro de lo normal.
–¿Desde niño ya sabía que iba a estudiar Medicina?
–Mi decisión oscilaba entre la Medicina y la Economía, porque al fin de cuentas las dos carreras son ciencia, pero al final primó la Medicina.

–¿Es verdad que usted ingresó a los 15 años a la Universidad?
–(Risas) Sí, lo que pasa es que mis padres me matricularon en el colegio antes de tiempo y así estudié con otros chicos que tenían menos edad que yo y egresé muy joven.

–Luego usted viajó a Argentina muy adolescente para estudiar Medicina, ¿cómo fue esa experiencia?
–Exacto, yo viajo a los 16 años a Argentina para continuar mis estudios de Medicina que había empezado acá en Trujillo, pero por el tema de las huelgas que a veces duraban un año, emigré. La verdad que fue una experiencia muy enriquecedora porque conocí gente muy valiosa, incluso los obreros tenían una cultura interesante y el mismo hecho de vivir solo en un lugar extraño me ayudó mucho a formar mi personalidad.

–¿Allí también se hizo hincha de Boca Juniors?
–No, la verdad es que yo me hice hincha de Boca Juniors desde niño, no sé, me gustaban sus colores, sus cánticos, su mística, y cuando viví en Argentina esa pasión se afianzó.

–Pero después regresó a Trujillo.
–Como a los tres años, vine de vacaciones a Trujillo sólo por tres semanas, pero mi mamá comenzó a pedirme que me quedara una semanita más, luego dos, después un poco más de tiempo, y así hasta que al final me matriculó de nuevo en la UNT y continúe mi carrera acá, pero a mí  me hubiera gustado quedarme en Argentina.

–¿Tiene algún hobby?
–Sí, me gusta leer y escuchar música.

–¿Clásica?
–Bueno, dentro de unos años los Beatles y Andrés Calamaro podrían ser clásicos, porque su música se va a seguir escuchando por las nuevas generaciones.

–¿Y la lectura?
–Me gusta leer de todo, pero yo tengo una característica, que extraigo las citas que considero importantes dentro de las obras, ya sean de Cortázar, de Vargas Llosa, de Bryce.

–Veo que tiene una legión de pacientes en el hospital, ¿cómo hace para eliminar el estrés después una agotadora jornada de consultas?
–La verdad es que trabajar me desestresa, escuchar a mis pacientes es terapéutico porque cada uno tiene una historia que contar, me distraigo. Es más, yo pido vacaciones por pocos días, porque me gusta mi trabajo y encima me pagan (risas).

–¿Cuál es el caso más raro que le ha tocado atender?
–Uno de los casos que más me impresionó fue cuando estaba en tercer año de la residencia. Estaba al frente el doctor Yamoga y también el doctor Pérez Guillén; se trataba de un tumor de ovario que pesaba 25 kilos, algo bastante grotesco. La operación duró cuatro horas. No lo publicamos, porque esa es un forma de ser, sin embargo, a las pocas semanas en los periódicos y revistas salió un caso de una operación similar donde se extirpó un tumor de 18 kilos, pero no era como el de nosotros. (risas)

-¿Cuál es su filosofía de vida?
–Ser millonario.

–¡¿Ser millonario?!
–Sí, pero no millonario en un sentido material sino rico en cuanto a sentirse bien con uno mismo, realizado, feliz, satisfecho en su trabajo, con salud y poder hacer lo que a uno verdaderamente le gusta. Vivir bien

–Incluso tiene usted una teoría al respecto.
–Sí, para mí la persona que acumula mucho dinero es porque tiene carencias afectivas o personales, y con las cosas materiales –un buen auto, un reloj de lujo– trata de compensar aquello que no tiene en su interior. O sea, que cuanto más rica es una persona es porque más necesidades tiene.

–¿Qué siente cuando la gente se queja del servicio de Es Salud, de las esperas, de los maltratos?
–Pena y nostalgia por los tiempos mejores. Pienso que en la época de Luis Castañeda Lossio había un mejor sistema de atención al paciente, porque él era un buen gestor. Ahora se enfocado más a la infraestructura y a la tecnología, eso está bien, pero falta hacer mayor incidencia en la parte humana.

–Los médicos de antes auscultaban más gracias a su ojo clínico, pero ahora parece haber una dependencia de la tecnología. ¿Qué opina al respecto?
–Es que los doctores de antes tenían una relación mucho más cercana, más personal con el paciente, hoy es más un trabajo técnico. Por ejemplo, lo normal es que una gestante se saque tres ecografías durante el embarazo, pero ahora, mínimo, se hacen 10, no sé por qué tanto, incluso en 4D.

–¿Qué piensa hacer de aquí a unos años?
–Me gustaría enseñar, siempre me he sentido atraído por la docencia, incluso tengo una maestría pero por el momento no se ha podido dar. Yo recuerdo mucho a mi maestro, el doctor Percy Falcón, que no me enseñó nada de Patología, pero me enseñó a pensar, y eso es mucho más valioso.

3 comentarios:

  1. Great posting! Now, I know some information about him. Indeed, it was a funny name..:-))))

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  2. Un excelente doctor... mis respetos y admiración... me siento confiada en el Dr. Me atendió en mis 2 partos

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  3. Un gran ser humano y buen profesional, se le extraña pero sigue vivo en su familia y en el grato recuerdo de los que lo conocimos. Un abrazo hasta el cielo doc.

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