La Feria del Libro de Trujillo acaba de recibir una estocada mortal. El llamado de alerta que lanzó la organizadora de este encuentro, Adriana Doig Mannucci, en el sentido de que este importante evento cultural estaría a punto de desaparecer por falta de apoyo económico es más real que nunca.
El miércoles pasado, el pedido de subvención edil de 50 mil soles hecho en sesión de concejo por la regidora Teresita de Jesús Bravo Malca fue rechazado por los regidores de Alianza para el Progreso (APP) y sólo los siete regidores de otras tiendas políticas votaron a favor de la propuesta.
En aquella sesión el alcalde argumentó que la subvención no se podía otorgar porque todo el presupuesto de ese rubro ya había sido destinado para el presente año. Y en todo caso –aclaró– si se retiraba dinero de esa área, sería utilizado para realizar obras de infraestructura en los centros poblados.
Por su parte, el regidor Dante Chávez (APP) argumentó que el apoyo económico del municipio trujillano no procedía porque la feria del libro “había perdido trascendencia” y –según él– se había vuelto un tema económico.
Gloria Montenegro, también regidora oficialista, acometió con una banderilla lacerante: según ella, los organizadores de la Feria del Libro de Trujillo no habían entregado los informes de rendición de cuentas de los 50 mil soles donados por el municipio en la última edición de la feria libresca.
Indignación y hartazgo
La reacción de la presidenta de la Asociación Trujillo Arte y Literatura (Atal), entidad organizadora del evento, Adriana Doig Mannucci no se hizo esperar. “Siento un mezcla de indignación, frustración y hartazgo. Siempre me he mantenido serena en la organización de la feria, pero llega a indignarme esta repetición de sospecha sobre el manejo de los fondos. Nosotros sí hemos dado cuentas y ello consta en los documentos entregados”, asegura.
Para la gestora, el tema de la subvención económica se está politizando. “Eso parece importante poco a las autoridades, porque están priorizando actividades clientelistas y efectistas”, acusó.
Pero lo más grave es el ultimátum de Doig Mannucci: si hasta el 23 de abril no reciben apoyo, la feria ya no se realizaría definitivamente.
“Nos hemos dado este plazo ver si en esta etapa logramos el respaldo de la ciudad. Organizar esta feria implica un esfuerzo muy grande, pero necesitamos el compromiso de las empresas y autoridades”, sostiene.
Por lo pronto, la Atal necesita 150 mil soles para pagar diversos aspectos logísticos. De esta cantidad, señala Doig Mannucci no sólo no se ha reunido ni un centavo, sino que, por el contrario, se tiene un déficit de 5.700 soles.
¿De dónde proviene este argumento de que la Atal no ha rendido cuentas?, preguntamos. “Francamente no lo sé”, responde la presidenta de la Atal, “allí están las cuentas, con un cargo, con copia a la municipalidad, todo muy ordenado, como es nuestra costumbre”.
Incluso, la Atal envió una información en excel donde indica las fechas de los expedientes de rendición de cuentos de las dos últimas ferias, con número, destinatario, observaciones y aclaraciones.
“Ésta es una etapa que le corresponde a la ciudad, si no tenemos apoyo de la ciudad y la región, el evento no tiene sentido. Hay que movilizar a la ciudad. Necesitamos los recursos ya”, enfatiza Doig Mannucci.
¿Qué pierde Trujillo si no se realiza la feria del libro el próximo año? Casi nada: la oportunidad de que Trujillo se convierta durante 10 días en el faro cultural del norte del país, la visita de importantes literatos, artistas, expositores y cómo no, ese encuentro íntimo con nuestros libros favoritos.
Es la fea y siniestra realidad. Trujillo ciudad cultural, ja. Es el fiel reflejo de la situación nacional. A pesar de que Trujillo tiene un gran número de universidades e institutos para su tamaño poblacional, las estadísticas son contundentes: nadie lee. Menos de 1 libro per cápita al año. Algunos dirán el costo de los libros, otros los derechos de patentes: pero si ni siquiera libros piratas o de bazar suelo!!! La respuesta edil a la feria del libro, es un claro ejemplo de la situación. Porque nuestro alcalde va a ser diferente a los demás en los temas culturales o los regidores. El poseer colecciones de grados académicos no resuelve el problema educativo: y la educación esta tan ligada a la cultura. Triste realidad, si las autoridades no coperan pues ahi es donde se verán los grandes esfuerzos, para conseguir apoyo o autosostenimiento. Creo que la subvención de las autoridades a esta iniciativa no debe ser la única y exclusiva solución al tema: puertas tienen muchas, y cuando todas se cierren, o no habran q es lo mismo pues a replantear el asunto, que en tierra de sordos los altavoces son inefectivos!!! Saludos, Gustavo
ResponderEliminarEs lamentable tener que llegar a este extremo, donde quienes deberían apoyar económicamente para el desarrollo de este importante evento solamente buscan pretextos para no hacerlo. No colaborar aduciendo falta de transparencia es por decir lo menos una falta de caballerosidad ya que estoy seguro que la señora Doig podrá enviar una copia del INFORME ECONOMICO a todos y cada uno quienes han aportado cantidades significativas de dinero. O poner a disposición de los interesados a través de la web. ¡Trujillo no puede seguir perdiendo calidad!
ResponderEliminar¡Cómo me gusta esa foto...! (me parece que la conozco)
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