Inclasificables 2

A pedido del público, presentamos la segunda parte de los avisos inclasificables. Esta vez se trata de avisos publicados en el diario La Industria de Trujillo en 1960. Ya se comienza a ver aquí cierta apertura mental, especialmente en los sitios de diversión y en el cine.
Que lo disfruten.

Y así dicen que la juventud no lee. Miren que hasta hacen bailar a los libros con la Orquesta Swing Makers Band y el costo de la entrada es un texto. Cuando termina la jarana, en vez del típico caldo de gallina, los muchachos toman una nutritiva sopa de letras.
¡Juventud, divino tesoro!

A despecho de este mundo metalizado, todavía existen personas generosas y desprendidas. Como este caballero que nos obsequia 100 volquetadas de desmonte. Pueden usarlas como playa artificial en su patio trasero o como un lindo cerro amorfo para incrustar nuestra bandera pendón bicolor.
¿No se les parte el corazón?

Hasta para morir hay que tener buen gusto. Por eso, señor, señora, vaya separando con tiempo su lápida fina hecha con marmol de Carrara. Aproveche que sólo por promoción le incrustan su nombre para la posteridad. No vaya a ser que la Parca los coja desprevenidos.
!Shame ahora, shame ya!

¿Cuenta un millón de ovejas y no puede conciliar el sueño? ¿Su suegra se le aparece por las noches? ¿Sueña que Trujillo desaparece en medio de las lluvias? ¡No se preocupe más! Un par de tabletas de Neurinase y dormirá como un bebé de pecho. Sus sueños serán tan maravillosos, que ya no querrá despertarse.

Claro que si todo eso no funciona, le recomendamos cambiarse de casa.

Por qué/perder/las esperanzas/ de/ volverte a ver...(Everybody singing!) Para que se me preocupa, varón, si en esta vida todo tiene solución. Se lo dice el profesor Braulio Pérez Marcio, quien en una sola charla solucionará esa crisis que atraviesa su hogar moderno. Ni el charlatán de Miguel Ángel Cornejo.

Además, la entrada es libre, así que no tiene nada que perder.

En primer lugar, aclaramos que se trata de un animal. En segundo término, es de raza Bulldozer, así que, cuidado, no se cruce con ella porque la perrita podría dejarlo como papel lámina.

Más bien, qué bueno este señor, que pone aviso para que vayan a recoger a la adorada mascota. Algo que definitivamente, ya no veremos en estos tiempos.

Confieso que he me cansé de buscar la referida calle del aviso y nada. Los caballeros estamos francamente indignados con el municipio, que no tiene un guía actualizada de la ciudad.

En todo caso, nuestro único propósito era ayudar a estas señoritas a encontrar el camino que perdieron por andar distraídas.

Éstas sí son chicas de clases, señores, y no las bataclanas que pululan en la avenida Miraflores. Son damiselas de Ecuador, Chile...¡y hasta de Hungría!

No se pierdan a nuestro crédito del humor, el genial Chucho Popeto.

Vaya que en los 60 sí sabían celebrar la primavera. Miren nomás estas soberanas que engalanaban nuestra fiesta de las flores: Lily Conde, Mónica y la exuberante Alendrowska, directamente desde Hungría.

Ameniza la gran orquesta Los Mochicas.

Eso sí, Mayores de 21 años.

N.R. No prometo, pero si me animo va una tercera entrega de las revistas Variedades y Mundial, que guardo como uno de mis tesoros personales.