Segundo Llanos-Horna: "Antes se luchaba más por la primicia"

Hay amores que nunca mueren. Que sigues con ellos, aunque mal paguen. Aunque te quiten horas de sueño, salud y tranquilidad. Lo sabe bien Segundo Llanos-Horna, que se enamoró del periodismo cuando era apenas un colegial y jamás pudo dejarlo.

El experimentado periodista trujillano de 74 abriles sigue en la brega, como si nada hubiese pasado desde que en la década del 50 escribiera su primer artículo en La Industria, reclutado por el entonces director Jorge Moral.


Lo que vino después fue una serie de vivencias que no alcanzarían para ser contadas en un libro: viajes, revoluciones, giras presidenciales, movimientos intelectuales, terremotos, discursos. Y claro, también cargos como corresponsal en Piura, subdirector y director de La Industriay presidente de la Federación de Periodistas del Perú, que no hacen sino corroborar la dilatada trayectoria de un hombre ligado a esta profesión. Una profesión que según Borges escribe para el olvido.

Pero a Llanos-Horna ni los honores ni los libros publicados le han borrado del rostro ese aire sereno con que mira la vida. Él es un periodista a carta cabal. Un espejo en el que las nuevas generaciones de periodistas bien pueden mirar como ejemplo.
Demostrando que su pasión por la prensa sólo se aviva con el tiempo, el reconocido periodista acaba de publicar un nuevo libro que tiene como protagonistas a los periodistas liberteños. ¿El título? Los periodistas de La Libertad: Historia y paradigmas.

–Su nueva obra es una continuación del libro Trujillo y el periodismo…
–En realidad es la ampliación de ese libro, con alguna ideas complementarias. La primera parte del libro aborda ese tema, mientras que en la segunda parte hay cuatro nuevos paradigmas del periodismo. Son dos libros en uno, de alguna manera enriquecidos con investigaciones e información actualizada.

–¿Cuánto tiempo le tomó escribirlo?
–No lo podría medir exactamente, porque durante muchos años he ido acumulando información, contrastándola y luego dándole forma de libro, yo diría que demoré unos 15 ó 20 años. Ha sido un trabajo bastante laborioso tanto en Trujillo como en Lima.

–¿Cuál es el real aporte de Trujillo al periodismo nacional?
–Yo creo que Trujillo constituye un el hito del periodismo nacional, porque aquí se dio la gran batalla ideológica por la independencia del Perú. Recuerde que cuando Hipólito Unanue se vio obligado a salir de la capital porque los realistas habían retomado esa ciudad, aquí editó El Nuevo Día del Perú, que continuó la labor de El Mercurio Peruano. Incluso, en 1824, se narró la antesala de las batallas de Junín y Ayacucho.

–La reseña de su libro habla de primicias, ¿A qué se refiere?
–Aquí se incorporan 14 maestros del periodismo, que nacieron en La Libertad o vivieron aquí. Se trata de personalidades que integraron la práctica del periodismo con la literatura. Esas élites literarias estuvieron conformadas por César Vallejo, José Eulogio Garrido, Ciro Alegría y Antenor Orrego, entre otros.

–¿De los periodistas liberteños contemporáneos a quién rescata?
–De los contemporáneos a Manuel Jesús Orbegozo, Carlos Manuel Porras (director de La Industria), Antonio Fernández Arce, pero para mí uno de los más brillantes, sino el más brillante, fue Pedro Álvarez del Villar, una de las plumas excepcionales que trabajó en el diario Excelsior y en la revista Época de México.

–¿Qué destacaría del periodismo de antaño versus la revolución tecnológica que se vive en estos días?
–Hay que rescatar muchas cosas del periodismo que a mí me tocó vivir, no teníamos la tecnología, pero era un periodismo más de campo, nosotros privilegiábamos la primicia, hoy esto ya no se ve mucho. Hay que restituir el amor a la primicia, la capacidad de investigación que existió en el periodismo de antaño. Yo discrepo del supuesto periodismo de investigación, porque no hay periodismo sin investigación…

–Quizá sucede lo que García Márquez señala, que muchos periodistas actuales no leen.
–Es verdad, el periodista de mi generación se interesó mucho por leer, por enriquecer su cultura, no veo que hoy exista ese criterio. Es necesario que los jóvenes que hoy salen pertrechados de la tecnología también se provean de una información en los diversos campos. Si tienes una cultura sustantiva, puedes afrontar las comisiones con mayor solvencia.

–¿Y en el aspecto ético?
–Ética es una forma de conducta personal y social que no se compra en el chino del a esquina, debe ser una actitud permanente, entendiendo ética como evitar el mal y privilegiar el bien…

–¿Cómo se califica como periodista?
–Yo estoy inmerso en el periodismo de batalla, soy un periodista subversivo; eso soy, porque el periodismo trata de cambiar su entorno, es una herramienta de lucha ideológica y política para mejorar la sociedad.